- Las palabras que empiezan por las sílabas bu-, bur- y bus-. Por ejemplo: busca, Burgos, busto.
- Los verbos acabados en -bir, excepto hervir, servir y vivir. Por ejemplo: recibe (recibir).
- Las palabras terminadas en -bilidad, excepto movilidad. Por ejemplo: amabilidad.
- Las formas del pretérito imperfecto del indicativo de los verbos de la primera conjugación. Por ejemplo: picaba.
ACTIVIDADES
1. Cuenta el sueño de este niño incluyendo todas estas acciones.
- Jugar con la arena del parque.
- Encontrar un billete.
- Comprar un regalo.
- Dar el regalo a un amigo.
- Regresar a casa muy contento.
La noche anterior, mientras dormía profundamente, Eduardo tuvo un peculiar sueño que le sorprendió mucho, y decidió contármelo. Estas son sus palabras textuales:
- "Esta noche he soñado que caminaba por la calle y me encontraba de frente con mi amiga Sara. Ella me saludaba y me proponía que fuéramos a Central Park. Cuando habíamos llegado y yo jugaba con la arena del parque, ella desaparecía inéditamente, y yo me quedaba solo, porque no había absolutamente nadie en la ciudad.
Me levantaba del suelo, pero las piernas me pesaban muchísimo. Intentaba correr, pero aunque me esforzaba, era inútil. Avanzaba unos pasos, me fijaba en el suelo, y me encontraba un billete de barco con un recorrido por todo el Mediterráneo. Me ponía muy contento, pero de pronto me acordaba de Sara, y decidía ir a buscarla.
Cuando cruzaba la deshabitada carretera, observaba que había una tienda de juguetes a tan sólo unos metros de mí. Me acercaba y entraba, y había una dependienta muy simpática que hablaba con un hombre muy bajo. Yo inspeccionaba todos los juguetes que había en la tienda, y se me pasaba por la cabeza que a Sara seguro que le gustaría un bonito regalo de aquel lugar. Finalmente me decidí por una bella pelota color beige. Yo compraba el balón, y, como no podía permitírmelo porque costaba muy caro, trataba con la dependienta y me lo cambiaba por el billete de barco.
Cuando ya me encontraba en el exterior, manejaba varias opciones sobre a dónde dirigirme, pero determinaba que volvería de nuevo al parque. Atravesaba el desolado asfalto y traspasaba las enormes barreras de Central Park. Me paraba en seco, porque ahora, el parque rebosaba gente por todas partes, y el barullo era descomunal. Yo me asombraba mucho, porque de repente, Sara aparecía corriendo y me daba un gran abrazo. Yo gritaba de júbilo, porque ya no estaba solo, y le daba con mucha alegría el regalo que había comprado en la tienda. Ella lo aceptaba dándome las gracias.
De pronto, el reloj que había en el parque marcaba las doce, y decidía volver a mi casa con mucha satisfacción. Cuando llegaba a mi piso, mi abuela me abría la puerta de caoba, y me besaba en la mejilla con una barrita de chocolate en la mano y con la escoba en la otra."-
-¡Pues vaya sueño más raro!- Le dije yo- ¿se lo has contado a tu amiga Sara?
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