Aquí estoy, al
fin, después de meses de ausencia. Sé que me hice esperar, lo sé,
pero, ¿qué más puedo hacer? Seguro que ni al serio y frío
Invierno, ni al húmedo y nostálgico Otoño y ni al alegre y
caluroso Verano les hubiera gustado que les quitase el protagonismo
del año.
Además, nunca me gustó ser egoísta con nada ni con
nadie. Yo también sufrí esperando, porque tenía ganas de veros, de
ver la luz y el mundo de nuevo, de vivir otra vez.
Pero el tiempo
es mi amigo, y no me gusta desaprovecharlo.... Por eso lo he estado
preparando todo, para ahora poder entregarme completamente. Preparé
todos los colores, todos los olores y todo lo que se puede imaginar
de una estación tan alegre como yo.
Y hoy, 21 de marzo, mi día
favorito, mi día más esperado...El señor de blanco se marchó
dejando una estela de copos de lluvia, y tendiéndome la mano de
hielo para darme paso, al fin, a mí.
Y, entonces, me
dividí en millones de trillones de partículas primaverales para
poder llegar a todos los rincones del mundo. Extendí mi presencia
hasta llegar a lo más profundo de vuestros corazones, para que os
concienciárais de que yo ya estaba aquí. ¿Y qué fue lo que pasó
para mi sorpresa?
Que en muchos lugares, me recibisteis como la reina
celestial de las flores, como la más esperada fecha del año, con
una gran fiesta, ofreciéndome toda la felicidad de vuestra sonrisa.
La naturaleza,
mi mejor amiga desde el principio de los tiempos, me acogía con los
brazos abiertos. Todos los años esperaba ansiosa mi llegada, pues
decía que, sin mí, ella no sobreviviría.
Por eso, he
decidido que sobre todo, estos tres meses me esforzaré todo lo que
pueda. Por lo que veo, el Invierno ha dejado fuertes estragos en
todos vosotros. Los árboles hechan de menos a sus pequeñas hojas,
muchas de las plantas han muerto heladas, la Tierra parece una
esponja con tanta agua (cosa que tampoco es tan mala), muchas de las
personas estás enfermas de gripe, resfriados, fiebre, tos...
Sé que no será
fácil desalojar a un terrible okupa como el frío, pues el muy
cabezón siempre espera al último momento para marcharse con una
sonrisa maliciosa. (¡Agg, lo odio!)
Ya he empezado
mi trabajo, las plantas me lo están agradeciendo, pues estoy
renovando sus delicadas hojas con un tono de verde nuevo. Con mucho
cuidado, también colocaré a los árboles con un color diferente los
pétalos voladores que deciden hacer su propia vida cuando llega el
invierno. Siempre me gusta reutilizarlos, pues no les gusta nada que
los excluya.
Igualmente, me
encanta aprovechar que la tierra esté muy húmeda para ser testigo
del nacimiento de los nuevos y adorables brotes tiernos, por un lado
para que no falten plantitas en ningún sitio, y por otro para que
los animales herbívoros puedan tener alimento, aunque me dé un poco
de pena.
Asimismo, me
divierte el momento del encuentro con las graciosas y pizpiretas
florecillas, que dicen ser mis mejores amigas, porque diseño nuevos
estampados de rosa fuerte, violeta claro, azul cielo, colores
pastel...Y las doto de nuevos y suaves aromas que después ellas se
encargan de extender por todos sus alrededores.
Mi trabajo
también irá con los animales. Pondré todo mi afán para que
vuelvan las suaves temperaturas que me caracterizan, que son las que
les gustan a ellos, y todos los peludillos que estén en hibernación
podrán ver de nuevo el sol.
Sé que cada vez
se nota menos mi presencia, y parece que ya no existo, pues del frío
del Invierno se pasa prácticamente al calor del Verano, cosa que me
pone muy triste, porque a penas tengo tiempo de disfrutar de mi
trabajo. Pero el causante es el calentamiento global, por eso os
ruego, si sabéis valorarme bien, que utilicés medios de transporte
público y blicicletas, que no tirés la basura por ahí... Así que
ya sabéis.
Por eso, quiero
aprovechar al máximo este tiempo del que me ha abastecido el año, y
sacar a relucir mi nombre. Porque recordad... ¡Primavera ya está
aquí!
Con aroma y
cariño primaveral:
Trabajo realizado por: Fátima López