Miguel Hernández - "Miguel, una cabrita y un sueño"

Hoy, día 27 de octubre, el maestro nos ha presentado el libro "Miguel, una cabrita y un sueño", con motivo de la semana de Miguel Hernández, que dura desde el 24 al 30 de octubre.

Nos ha gustado mucho, porque es un libro diferente de los demás en todos los sentidos: no tiene muchas páginas, pero lo cuenta todo a la perfección, sin enrollarse demasiado. Tampoco lo cuenta como los otros libros, lo cuenta de una forma entre la escritura normal y el verso, de una forma que te atrae y te anima a seguir leyendo.
Es como si contase la vida de Miguel Hernández desde otra perspectiva.

Este es un libro de los que no basta con leérselo una sola vez, sino varias, porque es maravilloso.

Os vamos a hacer un resumen para que vosotros, los que no conozcáis la historia, tengáis la oportunidad de descubrir sus versos y la historia de su vida.

Miguel Hernández era un niño soñador que vivía en el pueblo de Orihuela. No estuvo mucho tiempo en la escuela, pero suficiente para aprender a leer, a escribir, y a descifrar los misterios de los números.

Cuidaba del rebaño de ovejas de su padre y, en sus tiempos libres, hacía versos y leía. 

El viento le hablaba, le aconsejaba, y le hacía compañía. Precisamente es el viento quien nos narra este libro. Algunos de los versos de Miguel son estos:

"Me llamo barro aunque Miguel me llame."

"Hoy el día es un colegio musical.
Más de un trillón
de aves, cantan la lección
de armonía que el egregio
profesor Sol les enseña..."

 

"Glú, glú, glú. Se infla la espuma,
que exhala una finísima bruma
(Me lame otra cabra y bala).
En cuclillas ordeño
una cabrita y un sueño."

"Rueda que irás muy lejos.
Ala que irás muy alto.
Torre del día eres,
del tiempo y del espacio"

Cuando creció hizo amistad con otros poetas con los que comentaba y hacía poesías. Viajó a Madrid, a Valencia y a otros sitios más, en los que le condecoraron con algún que otro premio.

En una feria, Miguel conoció a una muchacha llamada Josefina, con ella se subió a a la barca del amor, y tuvieron a su primer hijo. Pero el pequeño murió poco después para el disgusto de sus padres. Entonces tuvieron a su segundo hijo, solo que nació en un tiempo muy malo: en tiempos de guerra.

Miguel se alistó en el ejército, pero siguió siendo el hombre bueno y limpio de corazón, y siguió con su rebaño de poemas. Solo que cuando escribió un poema que no debió escribirlo en tiempos de guerra, lo apresaron.

Tras un tiempo la jaula en la que estaba se abrió antes de lo debido, y para siempre, y fue entonces cuando Miguel Hernández pudo extender sus alas y volar libremente con su rebaño de poemas.

Este libro es muy bonito. Cuando lo estás leyendo, te atrapa y no puedes dejar de leerlo, porque tiene algo diferente, tiene algo especial. Y es que los poemas de Miguel Hernández son incomparables e inaccesibles si no los lees con los cinco sentidos y con el corazón.

Y, se nos olvidaba decir que, en nuestro pueblo, Quesada, se está construyendo el museo de este escritor tan famoso, por eso, cuando ya esté acabado, que nos se os olvide pasaros por aquí y admirar las maravillas de Miguel Hernández.

Y por último, aquí os dejamos otros cuantos versos sobre Miguel Hernández:

"Por el cinco de enero,

cada enero ponía

mi calzado cabrero

a la ventana fría.

Y hacia el seis, mis miradas

hallaban en sus puertas,

mis abarcas vacías,

mis abarcas desiertas."

"A la vendimia niñas

vendimiadoras.

A la vendimia, niñas,

que ya es la hora."

"Que salga del corazón

de los hombres jornaleros,

que antes de ser hombres son

y han sido niños yunteros."

Los textos de este libro los ha escrito: José A. Perozo Ruiz

Las ilustraciones: Viki Berre Rivadulla

Realizado por: Fátima y María