Editorial: San Pablo
Dimitri y Natacha eran hermanos y venían de la lejana Rusia. Sus padres habían muerto en una guerra y ellos se encontraban en un frío orfanato de Voronev.
Kundali era una niña india. Su madre la había abandonado en un hospicio de Manipur porque su familia era de la casta inferior, era una dalit.
En ese maravilloso lugar viven Don Pedro y la señora Bell, que han creado una fundación en la que cada año se eligen a cinco niños de todo el mundo para que pasen unos días en la gran mansión.
Son niños que han madurado muy pronto debido a su situación. Pero en su estancia, se divierten, se hacen amigos y aprenden cuentos que nunca antes habían escuchado. Viven cosas extraordinarias que solo pueden pasar en el País de Nunca Jamás, como Peter Pan. Gracias a su visita en la mansión, todos aprenden a volar de nuevo y a soñar despiertos.
Después de muchos años, aquellos niños que ahora eran unos adultos habían olvidado la mansión, hasta que recibieron un misterioso paquete que les hizo recordar a Peter Pan y el País de Nunca Jamás.
Opinión:
Este cuento me ha gustado mucho porque es muy tierno. Esos niños que ni siquiera habían conocido a sus padres y que tenían una vida pésima, habían tenido la oportunidad de tener unos días de su vida de ensueño y de alegría. Y de aprender muchas cosas que le harían cambiar de opinión con respecto a muchas de sus ideas.
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