El cerdito corría a su aire por la calle, y nadie podía cogerlo. Comía de todo lo que le echaban las personas, y, luego, cuando llegaba el 16 de enero, el cerdo ya estaba grande y gordo, y se rifaba.
Lamentablemente, esta bonita tradición ya se perdió, pero hubiera sido muy divertido que hoy día se conservara y se hiciera lo mismo en este día.
Pero la tradición que se rescató en el año 1984 y que es la que resalta este día, son las "Luminarias de San Antón".
Este hecho se celebra el 16 de enero al atardecer, y consiste en que la gente de un mismo barrio se reúne y hace una gran hoguera en la misma calle. Durante las luminarias se suelen comer migas acompañadas con torreznos (tocino frito).
También los llamados "pajarillos", que son pimientos verdes secos y fritos. Durante la comida la gente saca lo mejor de la matanza: chorizo, morcilla, salchichón...
Tampoco puede faltar el buen vino esparteño elaborado por las propias personas del pueblo.
También se comen las "flores" o rosetas, que pueden ser dulces o saladas.
En las luminarias la gente se lo pasa muy bien, porque la familia y los vecinos están juntos, comen, y ríen entre ellos. Para divertirse, algunos valientes, si la hoguera no es muy alta, se atreven a saltar por encima del fuego. Esta es la tradición más famosa de San Antón. Esperemos que en el futuro se siga conservando como la celebramos ahora.
Información de: Las luminarias de San Antón
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