Los campamentos están en las dunas doradas de arena escurridiza, clara y suave del desierto del Sáhara. Hay muy poca vegetación. Fatma, una niña de allí, nos cuenta como reside en este lugar. Ella tiene una madre llamada Bleiha, un hermano que se llama Abdalai, tres hermanas: Agaela, Fahla y Mathu, una tía, Mbarga, hermana de su madre, y un tío, Deia, también hermano de su madre, y su padre cuida camellos. Aunque su familia es muy extensa.
Allí las casas están hechas de barro, adobe y ladrillos, fabricados haciendo una mezcla con excrementos de animales. No son muy grandes pero tampoco pequeñas. Sus colores son entre beige, marrón, grisáceo o así. No tienen puertas, hacen su función pañuelos, cortinas, mantas...Y cosas así, o incluso nada. No tienen cuadros ni nada colgado en las paredes porque su religión no se lo permite, y ellos la respetan muchísimo. Duermen sobre alfombras en el suelo. No tienen muebles, si acaso alguna mesilla o cajón. Algunas familias tienen hasta una pequeña televisión, y para cocinar utilizan una olla exprés. También tienen jaimas, que son como tiendas de campaña pero más grandes, y dentro el suelo está cubierto de coloridas alfombras. Allí se celebran las fiestas, donde bailan una danza llamada Tuiza, y también bailes asociados a las bodas o los nacimientos. En ella también se tocan instrumentos como el tubal o tambor de madera, las mujeres son las encargadas de tocarlos.
También tienen coches, pero son viejos y están destartalados, a algunos le faltan los cristales, o una rueda, o tienen abollones...etc. Son normalmente todoterrenos. Pero ellos lo aprovechan todo y los arreglan como pueden para que sirvan.
Tienen animales como burros, camellos... Para transportar cargas pesadas, aunque también cuidan cabras.
El agua la reciben en camiones cisterna, y la guardan en grandes cubas, y
van cogiendo de ella la que van necesitando. Eso sí: tienen muchísimo
cuidado para no desperdiciar ni una sola gota de agua.
Las mujeres visten grandes pañuelos de tela fina con los que cubren casi todo el cuerpo, incluido el cabello. Son muy coloridos, en ellos sobre todo predominan los colores como el rojo, el naranja, el azul...Pero hay de todos. Con ellos se protegen del sol. Se llaman Sarai. Los adornos en pies y manos realizados con henna son muy habituales entre la población femenina saharaui. La henna es una planta.
Los hombres visten con ropa europea, y los niños y niñas también. Aunque algunas veces los hombres sobre todo, o los niños, llevan trajes formados por una camiseta y un pantalón del mismo color, casi siempre claro.
Los niños tienen juguetes y material escolar que les donan las O.N.G.S.
Van al colegio por las mañanas y ayudan a sus familias con el ganado por las tardes.
Los saharauis hacen mercados con tiendas, para ganar algo de dinero y así poder cubrir sus necesidades, aparte de la ayuda que reciben por parte de las O.N.G.S. Entre las cosas que venden destacan los tapices de cuero, recipientes de madera, pulseras de madera... Todo elaborado por ellos mismos.
Las mujeres son las que se encargan de hacer todos los trabajos de la casa: cocinar, lavar, hacer el pan...etc.
La comida típica de la zona es el cuscús, que son granos de sémola cocinados con verduras al vapor. Pero abundan infinidad de platos típicos cocinados con arroz, también son muy habituales los pinchitos, hechos de carne de camello. No comen carne de cerdo, porque su religión no se lo permite, comen carne de cordero.
Actualmente el 100% de la población saharaui es islámica, o sea que todas las personas del lugar creen en el islamismo. Respetan muchísimo su religión, por eso también las mujeres se cubren la cabeza con pañuelos, y no ponen cuadros en sus casas, u otras cosas.
Este trabajo demuestra que no hace falta tenerlo todo para ser feliz.
Y aquí os dejo el vídeo en el que Fatma nos muestra como se vive en los campamentos de refugiados saharauis.
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