martes, 10 de junio de 2014

La excursión a Isla Mágica

El jueves pasado día cinco de mayo, los cursos quinto y sexto del colegio C.E.I.P. “Virgen de Tíscar” hicimos una excursión a Sevilla. Salimos a las seis de la mañana desde un autobús del apeadero de Quesada y mi compañera de asiento fue mi amiga María. Antes de llegar a Sevilla, hicimos una parada en un hotel llamado “Carmen” para desayunar y allí Esperanza, María y yo conocimos a una profesora jubilada muy simpática de Linares, nos contó que ella y sus compañeros se iban a Cádiz y luego volverían en crucero, y que ella también había ido a “Isla Mágica” con sus alumnos muchas veces. Cuándo terminamos de desayunar nos despedimos de ella y volvimos a montarnos en el autobús para seguir viajando hasta Sevilla.


Aunque el viaje duraba aproximadamente cuatro horas, a todos se nos pasó el tiempo volando, ya que nos lo estuvimos pasamos muy bien cantando, hablando y riendo. Llegamos a Sevilla sobre las once menos cuarto y antes de llegar al parque de atracciones vimos el edificio de Radio Canal Sur, después el autobús nos dejo en la misma puerta de “Isla Mágica”. Todos estábamos muy nerviosos y emocionados y lo primero que hicimos al entrar fue dejar nuestras mochilas en las taquillas, íbamos en grupos para que nadie fuese solo y no nos perdiéramos, y mi grupo estaba compuesto por Cristina, Esperanza, María, Ramón, Marta y yo.


Estuvimos toda la mañana montándonos en atracciones, como en Los Bucaneros que consistía en unas barcas que iban por el agua, y tenían cuatro cañones para disparar chorros de agua a las demás barcas. Más tarde, sobre las dos del mediodía nos fuimos a comer a la Puerta de América, el primer plato eran macarrones a la italiana, el segundo un san jacobo con patatas fritas, la bebida la podías elegir, era agua, Acuario, Coca-Cola, Fanta de naranja o Fanta de limón, y yo elegí Fanta de naraja y el postre podía ser una manzana, un flan, un yogur, una natilla o un vasito de helado, y yo, como es lógico escogí el helado. Después de la comida también estuvimos toda la tarde (hasta las siete) montándonos en atracciones, todas eran muy emocionantes y algunas hasta daban miedo, pero sólo al principio porque luego luego todo ese miedo era sustituido por un subidón de adrenalina. 


Me monté en muchísimas cosas: en el desafío, los bucaneros (ya nombrados antes), el lago bola, la anaconda (en esta me monté hasta diez veces), el navío barbarroja (aquí me monté cuatro veces), el ciklón (aquí dos), el iguazú (aquí también dos), los rápidos del orinoco, el vuelo del halcón, la barca...y en muchas más, y después de una tarde tan emocionante nos montamos en el autobús para ir a embarcarnos al crucero que nos daría un paseo por el Guadalquivir, no sin antes pararnos para tomar un piscolabis.



El paseo por el Guadalquivir fue impresionante, por un altavoz nos iban comunicando los edificios y construcciones más importantes por las que pasábamos y la sensación de ir sobre el agua era como si estuvieses volando. Finalmente, nos bajamos del crucero y comenzamos el viaje otra vez para Quesada, y antes de llegar nos paramos otra vez en el restaurante para cenar, todos estábamos muy contentos por la experiencia que habíamos tenido de ir a Sevilla, a Isla Mágica, estar en el crucero...pero sobre todo estábamos cansados, por lo que esa noche nadie tuvo problemas para dormir.



Ha sido la mejor experiencia de mi vida ¡Me lo he pasado genial! Me gustaría repetir este viaje con mis amig@s a Isla Mágica.


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