"Tenemos un amigo ciego al que vamos a prestarle nuestros ojos. Hemos salido a pasear y contemplar el otoño, pero nuestro amigo no tiene la suerte de poder observar las bellezas de esta bonita estación del año. Nos encontramos ante un paisaje maravilloso y vamos a describirlo de manera que nuestro amigo pueda sentir nuestras mismas emociones."
Nuestra amiga Hellen Keller es ciega. Hemos salido a dar un paseo por el bosque los tres juntos. Como es otoño, el paisaje es precioso y Hellen no puede admirarlo, así que hemos decidido ir describiéndoselo para que al menos pueda imaginárselo.
- Hellen, -dice Raúl- el suelo está cubierto por un grueso manto de hojas que se han caído de los árboles de alrededor. Estas hojas son de un montón de colores distintos: marrón oscuro y claro, beige, verde apagado, naranja, amarillo huevo, amarillo, naranja claro, rojo intenso, rojo clarito, rosa... ¡Parece que estamos pisando sobre una alfombra de otoño!
- ¡Oh! -declara Hellen- ¡Es cierto! ¡Parece que estoy caminando por un mullido colchón de plumas!
- ¡Sssssh! -Exclama Fátima- En el centro del claro del bosque hay un grupo de grandiosos ciervos que se acercan a un lento paso. Tienen unos prominentes cuernos que se extienden hacia afuera y que hacen al animal todavía más fiero.
- Su pelaje es de un color castaño, al igual que la mojada tierra del suelo. -Añade Raúl- Nos miran con desconfianza.
- No os preocupéis. Seguro que estos animales son inofensivos, pues si nosotros no les hacemos nada, ellos tampoco nos harán nada. -Tranquiliza Hellen a Raúl y Fátima.-
- El sol entra por cada recobeco libre que queda entre los árboles. Sus rayos tibios son débiles, aunque desprenden un ligero calorcillo. Seguro que tu también lo notas Hellen. - Manifestó Fátima-.
- Hay dos prominentes árboles que se levantan uno al lado de otro, a una distancia de unos tres metros uno de otro. -Observa Raúl-.
- Son muy altos. Sus ramas se cruzan entre sí y a la vez se dividen en otras ramas aún más delgadas y frágiles. -Añade Raúl-.
- Su tronco es fuerte, y de un color grisáceo. Ya les faltan más de la mitad de las hojas, y las que le quedan son de un color amarillo, naranja y rojo, lo que hace que se note la presencia del otoño. -Mencionó Raúl-.
- Como habrás notado, el aire es húmedo, por las recientes lluvias que han caído. El ambiente es mágico, es como estar observando un cuadro. -Expresó Fátima en tono susurrante-.
- Gracias a los dos por describirme este maravilloso paisaje de otoño. Esta es una época preciosa, aunque no pueda verla con mis propios ojos. ¡Me ha encantado este paseo con vosotros! El otoño es precioso. -Declara Hellen con tono de emoción-.
Trabajo realizado por: Fátima y Raúl.
- Son muy altos. Sus ramas se cruzan entre sí y a la vez se dividen en otras ramas aún más delgadas y frágiles. -Añade Raúl-.
- Gracias a los dos por describirme este maravilloso paisaje de otoño. Esta es una época preciosa, aunque no pueda verla con mis propios ojos. ¡Me ha encantado este paseo con vosotros! El otoño es precioso. -Declara Hellen con tono de emoción-.
Trabajo realizado por: Fátima y Raúl.
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