Planes de vida congelados
El País. 02/11/2014
A Jessica Tejera, canaria y de 32 años, nadie la ha presionado en su trabajo para que postergue la maternidad y se dedique solo a su carrera. Ningún jefe le ha dicho que si es madre perderá oportunidades laborales, nadie la ha amenazado con el despido.
Pero la presión ambiental está ahí. No en su empresa, sino en la sociedad. Así como la convicción de que los horarios laborales españoles, que en muchos casos exceden en varias horas a los escolares, son poco compatibles con la maternidad.
“Un hijo es una responsabilidad y requiere un tiempo que yo he querido dedicar a ganarme mi puesto y demostrar mi valía”, dice esta empleada de la clínica IVI Las Palmas que congeló en este mismo centro sus óvulos en 2010.
Como Jessica, muchas mujeres sienten que a los treinta lo que toca es conseguir estabilidad en el trabajo y dejar la maternidad para más adelante. Por eso recurren a la congelación de óvulos.
El número de mujeres que ha preservado su fertilidad de esta forma casi se ha duplicado en los últimos tres años, según las estadísticas de las clínicas de reproducción asistida que han facilitado los datos a este diario.
Los centros de fertilidad españoles atendieron en 2013 a 700 mujeres en sus clínicas de toda España, 300 más que en 2012, y prevén que esta cifra siga aumentando en 2014.
La congelación de óvulos empezó a utilizarse para dar una alternativa a las mujeres que tenían algún tipo de problema médico, la mayoría de ellas enfermas de cáncer que se sometían a tratamientos de quimioterapia.
Pero ahora el perfil suele ser el de una mujer de entre 35-38 años, sin pareja estable, con trabajo e independencia económica, que prefiere posponer la maternidad por cuestiones sociales, no médicas.
Este perfil supone un 65% del total. Solo un 30% lo hace por motivos oncológicos. Y, dentro de estos llamados motivos sociales, los más importantes son la presión laboral (25%) y la falta de pareja (75%), según las clínicas.
Otro de esos casos es el de Lucía, que no da su nombre real para que no la reconozcan en el banco donde trabaja. El futuro ideal de esta mujer incluye un compañero y dos o tres hijos: “una familia tradicional”, explica.
Pero la ausencia de pareja estable y las ganas de progresar en su trabajo enfrían sus planes.
Para no encontrarse con un quiero y no puedo cuando decida ser madre, esta madrileña de 34 años, congeló sus óvulos en junio. “Llevo cinco años en esta empresa y tengo posibilidades de promoción”, explica. “Si pudiera trabajar fuera, lo haría. Y todo esto es incompatible con un hijo”.
Frente al progresivo aplazamiento de la maternidad —en 2013 la edad media de las españolas en su primer embarazo fue de 30,9 años, 18 meses más tarde que en 2002—, la fertilidad de las mujeres no espera.
A partir de los 35, la cantidad y calidad de los óvulos disminuye. “A los 37, el semáforo se pone ámbar”, explica el doctor Pere Barri, con más de tres décadas de experiencia en reproducción asistida y padre de la primera niña probeta española. “A los 40, ya está en rojo, La posibilidad de un aborto, o de malformaciones, se dispara. Si se quiere preservar los óvulos, lo ideal es hacerlo antes”.
“Lo ideal es gestar a los 25 años con tu pareja y en tu casa." Pero este no es un mundo ideal. Hay una hostilidad laboral sangrante hacia la maternidad. Ofrecemos ampliar el reloj biológico cinco, diez años. Y eso, al final, da más libertad a la mujer”.
Reportaje escrito por:
Alba Casas Manzano
Porque como han decidido postergar su maternidad para dedicar el tiempo a su trabajo o a otra cosa, han creído que cuando decidieran tener el bebé ya sería demasiado tarde, y podrían tener más riesgo de que el nuevo ser naciera con malformaciones u otro tipo de desgracia.
Y han creído que la mejor opción para poder ser madres y conservar su puesto de trabajo era la congelación de sus óvulos en un centro de reproducción asistida.
2. ¿Crees que tienen miedo a algo?
Tienen miedo a que, al quedarse embarazada, perdieran su trabajo. Tienen miedo a que cuando estén embarazadas de más meses y les crezca la barriga, su jefe les diga: "¿Es que estás embarazada? Mira, tenemos que hablar..."
Entonces, el puesto por el que han estado trabajando día y noche se esfuma en un minuto.
Hay otras mujeres que tienen miedo a que, al tener un hijo, ya no tengan la misma libertad para hacer las cosas que cuando estén embarazadas o se tengan que encargar del bebé. Algunas de estas mujeres consideran a un hijo como un "cargo".
Estos son los miedos que yo creo que tienen algunas mujeres.
3. ¿Entre qué edades es óptimo de quedarse embarazada y tener hijos?
Las edades en las que una mujer se puede quedar embarazada son muy relativas. Algunas mujeres prefieren quedarse embarazadas a los veinte o veintitantos. Incluso más jóvenes. Hay otras mujeres que prefieren tener un hijo a los treinta y ocho, cuarenta...
Pero yo creo que la edad más óptima para quedarse embarazada es entre los 28 años - 30 años y los 30 años - 37 años. Pero cada mujer toma la decisión que cree correcta.4. ¿Cuál es la edad media en España para el primer embarazo?
La edad media en España para el primer embarazo es a los treinta y cinco años. Tres años más que hace dos décadas.
5. ¿A partir de qué edad parece que es peligroso quedarse embarazada? ¿Por qué?
A partir de los 36-37 años es más peligroso quedarse embarazada, porque a partir de ahí los óvulos de la mujer no tienen la misma buena salud que cuando la mujer era más joven. A partir de esa edad es como si los óvulos fueran envejeciendo, por lo que si una mujer se quedase embarazada a esa edad, habría más posibilidades de que el bebé naciera con malformaciones o que tuviera que hacerse un aborto.
Aún así, muchas mujeres se quedan embarazadas incluso a los cuarenta y su bebé nace perfectamente, al igual que hay mujeres que se quedan embarazadas a los 25 años y su bebé nace con alguna enfermedad.
6. ¿Qué puede ocurrir en embarazos a partir de los 40 años?
Aunque en la mayoría de los embarazos de mujeres de cuarenta o más años los médicos tienen especial atención y cuidado, tener un hijo con esa edad siempre implica un serie de riesgos.
Por ejemplo: la mujer puede tener que abortar debido a los fallos del embrión en el útero materno. En España, la tasa de abortos por nacidos vivos es del 77,7%.
Otro de los riesgos más frecuentes es que el niño salga con síndrome de Down.
También puede causar malas consecuencias tanto en la madre como en el bebé la hipertensión arterial y la diabetes gestacional que provoca la edad.
Y otra de las consecuencias del embarazo a los cuarenta es la placenta previa y el parto múltiple, que quiere decir que en vez de nacer un niño, salgan gemelos, mellizos, trillizos...
Por que en ese momento de su vida quería dedicarse al trabajo y a mantener su puesto, porque si tenía un hijo ahora tendría que darse de baja y era probable que no la volvieran a admitir. Pero ella quería ser madre, y si lo dejaba para después podría tener problemas en el embarazo. Así que decidió que la mejor opción era utilizar la reproducción asistida y congelar sus óvulos para que sus planes salieran bien.
Porque ella tampoco quería quedarse embarazada y perder su puesto de trabajo. Tampoco tenía pareja estable, y ella quería formar una familia tradicional, con dos o tres hijos. Pero se dio cuenta de que si lo dejaba para después tendría más riesgos en el embarazo, por eso decidió que para tener más tiempo en el que encontrar pareja y aumentar la seguridad en su trabajo, la mejor opción sería utilizar la reproducción asistida y congelar sus óvulos para en el futuro poder formar su modelo perfecto de familia.
Y esto es todo sobre los "planes de vida congelados"
No hay comentarios:
Publicar un comentario