Autor: Lawrence Schimel
Ilustraciones de: Sara Rojo
Editorial: Planeta y Oxford
Resumen:
Cuando su madre se va a trabajar a la oficina, él se va con ella para hacer los deberes allí. Pero, cuando acaba, el niño se aburre mucho, y se le ocurre hacer copias de él mismo. Hace varias, y todos los niños, exactamente iguales, se divierten muchísimo jugando juntos, sobre todo el original.
Pero, el chaval comienza a pensar, y recuerda que su madre puede confundirle con sus copias. Recuerda que sus copias pueden secuestrarle y recibir por él los regalos de Navidad, los de su cumpleaños... Entonces se asusta un montón, y le dice a su copia mini que pare la fotocopiadora.
En ese momento llega su madre y ve todas las fotos que ha estado haciendo el niño. Se ríen juntos y por fin acaba el aburrimiento, porque el pequeño sabe que su madre le reconocería entre miles.
Este libro me ha gustado mucho, porque la madre del chaval sabía que no había ninguno como el original. También me ha gustado porque al principio creía que eran copias de verdad, pero luego descubrí que sólo eran fotos en las que se reflejaba el aburrimiento del niño.
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