El aparato locomotor
El aparato locomotor está formado por los músculos y los huesos. En una persona adulta hay algo más de doscientos huesos y unos seiscientos cincuenta músculos, aunque el número exacto puede variar de unas personas a otras.
Los extremos de los huesos están cubiertos de cartílago, un tejido más elástico, que se encuentra también en las orejas y en la nariz.
Los huesos se unen en las articulaciones mediante los ligamentos. Por su parte, los músculos se unen a los huesos mediante tendones.
Los tendones
Trabajo realizado por: Fátima López
El cartílago
El cartílago es un tejido conjuntivo que está compuesto por fibras muy resistentes, pero que también son elásticas y flexibles.
Se encuentra en los extremos de los huesos, pero también está en la nariz, en las orejas y en la laringe. Cuando nacemos, no tenemos huesos, sino cartílago, por eso tienen tanto cuidado con nosotros y de no tocarnos la cabeza. A lo largo del tiempo se va transformando en hueso.
El cartílago forma una capa muy fina que recubre los extremos de los huesos en las articulaciones. Su misión consiste en que cuando el músculo mueve los huesos, éstos se deslicen con suavidad.
Si los extremos de los huesos no estuvieran recubiertos de cartílago, se desgastarían, debido al roce continuo.
El cartílago actúa además como un "colchón". Cuando nos damos un golpe en alguna parte del cuerpo, el cartílago evita que el golpe repercuta en otros huesos.
A lo largo del tiempo, el cartílago se puede desgastar. Pero si el cartílago está sano, posee la capacidad de fabricar nuevas células y sustituir el cartílago viejo y gastado por uno nuevo.
Las articulaciones
Una articulación es la unión de dos o más huesos. Permiten doblar las distintas extremidades del cuerpo. Hay tres tipos de articulaciones diferentes:
Móviles: son las articulaciones que tienen mayor amplitud de movimientos. Son las que unen huesos de las extremidades con el tronco, los hombros o las caderas.
Semimóviles: son las que realizan movimientos limitados, como las articulaciones entre las vértebras.
Fijas: la mayoría se encuentran en el cráneo y no necesita movimientos, porque la función principal es proteger a los órganos internos.
Las articulaciones más importantes son:
El codo. Es una articulación que nos permite mover, flexionar y extender el brazo. Está formada por los huesos: radio, cúbito y húmero.
La rodilla. Es la articulación nos permite mover y flexionar la pierna. Está formada por los huesos: fémur, tibia y peroné. En esta articulación también encontramos la rótula.
El tobillo. Esta articulación une la tibia y el peroné con los huesos del pie.
Las articulaciones de las falanges de los pies y de las manos. Estas articulaciones nos permiten mover los huesos de las manos y los pies, llamados falanges.
El hombro. Es una articulación que une el húmero con la clavícula.
Las articulaciones de la cadera. Estas articulaciones permiten mover las piernas hacia delante y hacia atrás. Los huesos que intervienen en esta articulación son: el fémur y la pelvis.
La muñeca. Esta articulación une los huesos cúbito y radio con los huesos de la mano. Gracias a ella podemos mover la mano hacia los lados y hacia arriba y abajo.
Un enlace buenísimo y un vídeo sobre las articulaciones:
Los ligamentos
Los ligamentos son bandas de tejido elástico que, en la mayoría de los casos, tienen como misión la unión entre huesos en las articulaciones.
Están formados por una proteína blanca y resistente, llamada colágeno, y otra proteína amarilla y más elástica, conocida como elastina.
También existen ligamentos en el abdomen, que sirven de sostén a órganos como el hígado y el útero.
Los tendones
Los tendones son una parte del tejido muscular que, a diferencia de la parte roja del músculo, son duros pero no flexibles. Los tendones unen diferentes músculos y tienen un color entre blancuzco y amarillento, lo cual los diferencia del resto de tejido muscular. Además, los tendones también conectan al músculo con el hueso.
Una rotura de tendones supone una dificultad en el movimiento de determinados músculos. Los tendones son los que hacen que el músculo, al poder así unirse al hueso, entre en movimiento con él. Por otro lado, los tendones son los responsables de dar estabilidad a la unión entre el hueso y el músculo.
Trabajo realizado por: Fátima López
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