El libro de "Platero y yo" es muy bonito. Sus descripciones son bellísimas, como esta: "Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro".
Esta vez nos hemos leído el primer capítulo. En él describe a Platero. Es pequeño, peludo y suave. El color de su piel es plateado, y sus ojos negros. Es mimoso, tierno y amoroso. Pero muy fuerte por dentro. Le gusta casi todo: las naranjas, las uvas y los higos. Esto es un breve resumen del capítulo. Su amo le quiere mucho. Pero...si os dais cuenta no dice que animal es...Aunque ya se sabe. Me parece muy bonito. Juan Ramón Jiménez es el dueño de Platero.
Aquí os dejo el pequeño primer capítulo que da comienzo a la historia:
I
PLATERO
Platero
es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo
de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de
sus ojos
son
duros cual dos escarabajos de cristal negro.
Lo
dejo suelto, y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico,
rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas... Lo
llamo dulcemente: ¿Platero? y viene a mí con un trotecillo alegre
que parece que se ríe en no sé qué cascabeleo ideal...
Come
cuanto le doy. Le gustan las naranjas mandarinas, las uvas
moscateles, todas de ámbar; los higos morados, con su cristalina
gotita de miel...
Es
tierno y mimoso igual que un niño, que una niña...; pero fuerte y
seco por dentro como de piedra. Cuando paso sobre él, los domingos,
por las últimas callejas del pueblo, los hombres del campo, vestidos
de limpio y despaciosos, se quedan mirándolo:
—Tien’
asero...
Tiene
acero. Acero y plata de luna, al mismo tiempo.
una vrgaaa
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