El emir que gobernaba en Argel, llamado Bauakas, se enteró de que había un juez capaz de resolver todo tipo de problemas y era muy hábil, además, puesto que el juez vivía en su territorio, se dispuso ir a visitarlo.
Se disfrazó de comerciante y montó en un hermoso y fuerte caballo, pero en las puertas de la ciudad, se encontró a un mendigo pidiendo limosna. Conmovido, le dio unas monedas. El mendigo le estuvo muy agradecido, y Bauakas siguió su camino, pero cuando tan solo había avanzado unos metros, descubrió que el mendigo le seguía. Sorprendido, preguntó:
-¿Y ahora que quieres?.
El pobre hombre le pidió que le llevara hasta la plaza. El emir, compadeciéndose del hombre, lo montó en su caballo y cabalgó hasta la plaza.
Cuando llegaron, Bauakas le dijo al hombre:
-Puedes bajar. He de seguir mi camino.
El mendigo se negó en rotundo, diciendo que aquel caballo era suyo. Puesto que el mendigo no se bajaba, fueron a la casa del juez. Primero contó su versión el emir y después, contando justamente lo contrario, habló el mendigo. Al día siguiente el juez los llevó a un establo en el cual había cuatro hermosos caballos. Los dos reconocieron el verdadero caballo, pero la decisión del juez fue rápida:
el emir se quedó con su caballo, sin embargo el juez mandó al mendigo que se marchara de aquellas tierras. Recompensando la sabiduría del juez, Bauaka lo nombró su consejero.
si tu fueras el juez hubieras actuado de igual manera
ResponderEliminarSi la istoria me en canto
ResponderEliminarmucho u mas por que fue
una buena istoria
y entretene mucho😀😘
porque el juez se toma un día para dar la respuesta a los conflictos
Eliminarpor que el juez toma un día para dar la respuesta a los conflictos
ResponderEliminarquien me ayudacon la Respuesta por favor
ResponderEliminardonde y cuando ocurrio la historia?
ResponderEliminargracias mencanto tu resumen
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